Quizás por defecto profesional, quizás por nostalgia o quizás para llevar la contraria, todavía creo en las postales de navidad. Postales personales o de empresa, postales impresas o hechas a mano, postales para mirar, para recortar, para doblar, para oler, para comer, para pintar, para jugar... Por Navidad, postales!









